martes, 7 de mayo de 2024

La teoría de los "Tres Sietes"

         La última sesión tuvo lugar el 24 de abril de 2024 a las 9:10 de la mañana justo antes de ir a acompañar a la madre de Macarena en su convalecencia en el hospital tras su segunda operación de rodilla.

        Fran Mateos destacó mi propia percepción sobre los demás y el hecho de que no dan importacia a lo que yo hago... Percepción errónea por supuesto.

        Fran ya ha celebrado al menos cuatro sesiones conjuntas con mi mujer y conmigo. La última fue a su parecer la más satisfactoria y llegó a la conclusión de que ella sigue siendo la misma de siempre: no ha cambiado. Soy yo, sin embargo, quien ha cambiado.

        Me plantea llevar a cabo la "teoría de los tres sietes":

            1º) Cada siete días, hablar con la pareja sin tratar el asunto de los hijos.

            2º) Cada siete semanas hacer un plan distinto (por ejemplo, ir a un restaurante diferente)

            3º) Cada siete meses, hacer un viaje solos (un fin de semana de pareja por ejemplo).

        Me propone una serie de aspiraciones:

            - Relajarme más

            - Sacar tema de conversación

            - Elogio sincero

            - Vender mejor la idea de un viaje a Cádiz diciendo que "me apetece ir contigo" para que se sienta querida y conseguir su mejor versión.

            - Ver complementariedad en las diferencias y no considerarlas negativas.


            Tras varios días de lógico ajetreo provocado por los cuidados y las atenciones necesarias a mis suegros y en parte por las inquietudes que la depresión de mi hermana pequeña genera, abandono mi hábito epistolar bloguero que tanta utilidad aporta en mis intentos de ordenar e incluso sosegar mis pensamientos.

            La sensación de enquistamiento en la relación permanece... No hay apenas intento de acercamiento por mi parte... Hay reconocimiento de mi mujer por la ayuda a sus padres... No le doy importancia: son buenas personas, siempre se han portado bien con nosotros, son familia, son mayores...¿Qué voy a hacer si no?

            Empiezan tímidamente a mostrarse los coletazos de la astenia primaveral... Pero logro combinarlos con momentos individuales de bienestar proporcionanados principalmente por mis escarceos musicales (arreglos de canciones para propiciar duetos en la plataforma "Smule", composiciones musicales breves, fragmentos de versiones a piano de temas relativamente conocidos, cantar en definitiva...) y con el desenvolvimiento diario de otros quehaceres... Incluso llego a leer un poco el temario de oposiciones respecto al cual había perdido fuerza...

            Pero la mañana del dos de mayo decido, sin tener claro el motivo, dar un abrazo a mi mujer antes de que ella desayunara. Fue un abrazo silencioso. Pensaba decirle que yo no pretendía vivir de la música, pero que ésta me daba la vida... Sin embargo, preferí guardar silencio. El abrazo era especialmente significativo para ella y creo que no iba a añadir más esperanza la frase que dejé oculta. 

            De todos modos, ella lo sabe. La música es muy importante para mí. 

            Pero a final, supongo que si queremos que todo se mantenga, debemos apelar al sentido del equilibrio y mitigar el sentimiento de animadversión que mi desmedida afición a la música llegó a despertar en Macarena.

            Estamos a 7 de mayo de 2024... Hoy cumple nuestro hijo David 26 años; es un día más en mis quehaceres diarios entre los que añado el ayudar a mi hermana Mayra y mi cuñado llevando a su hijo más joven a la asociación con la que tiene cita; he recibido una fatídica carta del SEPE con una muy mala noticia por cierto, pero la vida sigue...Y es importante que mi mujer y yo hemos dejado de lado aquel enquistamiento que tanto nos oscurecía. Haremos lo posible por que no se repita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario