La difícil tarea de levantarse con una sonrisa...
... porque una vez rodadas las dos primeras horas, con el cuerpo correctamente nutrido y la mente preparada para la sorpresiva jornada, la sucesión de pensamientos y actitudes positivos se hace necesaria e inevitable. Y pienso en lo positivo.
Muchos lo consiguen porque llevan impregnada en su formado espíritu la premisa del agradecimiento a un ser superior y lo proclaman y defienden como un milagro: el milagro de la vida, la fortuna de ver un nuevo día, el privilegio de sentir la magia de la música... A todos ellos, felicidades.
A mis seres queridos, gracias por estar ahí, por ser mis seres queridos... Os echo de menos pese a que en breve espacio de tiempo acudiré a vuestro refugio anti-realidad a despertaros y sacudiros para afrontar un nuevo día, una nueva luz, un nuevo sonido vital...