martes, 29 de abril de 2025

Condescendencia con lo ajeno

         Hoy he comprobado cómo un compañero veterano quitaba importancia al hecho de que uno de los más jóvenes tirara al suelo media tostada que pretendía hacer llegar a aquél amablemente hasta una de las mesas del bar donde desayunamos a diario. Curiosamente ambos se llaman Javi y además, con disculpas de por medio y buen talante por ambos lados, el dueño del establecimiento ha reaccionado inmediatamente y ha retirado la tostada afectada en su totalidad para reemplazarla por otra recién hecha. Un simple incidente da lugar a gestos de buen gusto.

        Y a mí me hace reflexionar sobre mis propias respuestas en mi hogar, con los míos, con mi familia... Me sorprendo imaginativamente mascullando como mínimo una queja difícilmente contenida ante el ruido crispante producido por un vaso de cristal que cae al suelo por el tropiezo de mi hijo más joven (también llamado Javier como mis compañeros) y al que alguna vez le he negado una sonrisa que reste drama al asunto...

        

No hay comentarios:

Publicar un comentario