Es el momento de repasar lo apuntado. A duras penas he pensado en ello más que nada por no sentarme unos simples 20 minutos a reflexionar y esforzarme en dar adecuada respuesta a los interrogantes. Pero procedo a una dedicación in extremis:
- "No mezclar".- Si ello supone no responder compitiendo o echar en cara errores de la otra parte, mal vamos...
- "No me perdono (cruel conmigo mismo) ... Me castigo... ¿hacer daño?".- Sigo haciéndolo, supongo que por dudas, por querer agradar y producir el efecto contrario, por sentir soberbia y orgullo...
- "Costumbres equivocadas... Repetir lo mismo siempre... Yo soy como un hijo más".- Pues sí, básicamente he seguido siendo como un hijo más, pero hace pocas horas recordé que realmente no soy un hijo sino un padre. La experiencia es concreta: hace dos días me escribiste un wasap recordándome la "quedada". La tenía controlada pero entendí perfectamente que querías asegurarte que así fuera, pues posiblemente alguna otra persona precisaba de tus palabras en el mismo momento que acordamos hace dos semanas. Pues bien, mi mujer, tras llegar de mi ensayo con QUO, me dijo que nuestro mayor posiblemente se quedase, tras el partido de copa del Sevilla, toda la noche a guardar cola de cara a obtener una entrada que le llevase a ver el derbi frente al Betis. Como tendría que ir al instituto, mi buena amiga (con cariño) me pidió que relevase al primogénito en esa espera para que pudiera asistir a clase... Pero al decirle que tenía comprometida la mañana, hubo una pequeña fricción. Admito que debo tragarme mi orgullo o ese sentimiento de incómoda contrariedad que experimento cuando alguien me propone un plan incompatible al que tenía previsto... Admito ser susceptible, sí... Pero me rebelé contra la idea de "ser como un hijo más" y además la expresé: - No soy un hijo más, soy el padre, tengo 48 años y lo que tengo previsto es importante. Lo siento pero no puedo.". Bien pero mal rollo, no del peor, pero malo al fin y al cabo. Respuesta que fracasó por la forma aunque no por el fondo.
- "Falta comunicación: hay que escuchar, entender, ponerse en el lugar de la otra persona".- Los siguientes días a la primera experiencia fueron aumentando en desarreglos, distancia y crispación mostrando su momento culminante en la tarde del sábado 5...hasta el punto de que, teniéndonos a sólo a 4 metros como mucho de distancia, separados por una simple pared, incendiamos nuestros personales wasap de una manera dialéctica y atroz. Tocamos fondo. Pero se dio el punto necesario para tratar de recuperar la comunicación y empezar a entendernos de nuevo. Este brillo de esperanza fue aumentando en los siguientes días.
- "No puedo".- No recuerdo haber vivido este sentimiento de impotencia en estos últimos días, no al menos de forma consciente. Puede que sí al hablar de profesiones que se han convertido en poco deseables para mí, como ser comercial o abogado, pero no he sentido impotencia por el hecho de querer serlo y no considerarme capacitado, sino porque simplemente no me gusta ejercerlas (y he sido suave con "no me gusta")
- "Yo soy así".- Cierto, es que soy así. No me cierro en banda pero de vez en cuando espeto tal afirmación. Sin embargo, es como una primera respuesta comodín a una interpelación, reproche o simple pregunta... Es como un "OK pero mi postura es la siguiente o podríamos hacer esto otro"
- "Veo problemas, no soluciones".- Totalmente... Veo problemas y sigo sin ver soluciones. Aún no he empezado a verlas o buscarlas... Quizás el primer paso tenga que darlo minimizando o relativizando los problemas.
- "Inercia negativa en matrimonio".- Hemos pensado en hacer cosas que, sin ser muy originales, al menos distintas a lo que solemos hacer. Ha sido ella en este caso quien ha propuesto salir dos o tres veces en semana a dar un paseo por las tardes, por ejemplo, mientras nuestro pequeño está en la academia de inglés, jugando al fútbol en el colegio o en catequesis.
- "No me doy ningún lugar (espacio propio)... No me siento bien por hacer lo que me gusta".- Soy feliz, a veces muy feliz con la música y del modo en que me dedico a ella pero me causa malestar o remordimiento su nulo resultado económico o monetario... Al menos hasta hace bien poco pensaba que la música me daba la suficiente fuerza y ánimo para no tener que acudir a un psicólogo y así ahorrarme el pago de esa visita, Pero ahora... sólo se queda en una especie de "salario mental".
- "No aceptamos a las personas tal y como son".- Pues sí, eso pasa. Y debo aceptarlas.
- "Tener esperanzas: todo en la vida tiene arreglo salvo la muerte".- No estoy del todo bien, pero no tan mal como no creer en la esperanza.
- "Darme mi sitio (no debo considerarme 1 hijo más)...valorar mi aportación".- Tal vez haya dado un pequeño paso anteponiendo mi compromiso de esta mañana a tener que relevar a mi hijo grande en la cola del Sevilla para las entradas del derbi.
Nos vemos dentro de 3 horas y cuarenta minutos.
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